Es difícil hablar de unidad en una antología donde se reúnen autoras de edades y campos de acción tan distintos; sin embargo, existe un hilo conductor que atraviesa los diez cuentos reunidos en este libro. Las escritoras ecuatorianas elegidas abordan con frecuencia el miedo al otro, a la violencia o a la muerte, lo mismo que abordan el deseo, el misterio y lo hacen de un modo creativo que deja ver una sensibilidad muy profunda. Estas voces forman un coro que la editora Valeria Guzmán supo armar con delicadeza para que cada una tuviera su espacio y su sitio.
Durante años, ella leyó historias de guerras y violencia con las que no se identificó. “Ahora, con las autoras en auge me siento plena de poder ir a la librería o entrar a las plataformas y leer historias con las que puedo formar un vínculo. Historias de vida, sin grandilocuencias. Historias que tienen protagonistas parecidas a nosotras viviendo conflictos similares. Siempre le recomiendo a todo el mundo leer libros escritos por mujeres porque nos dejan ver la otra cara de la moneda y nos acercan a otra sensibilidad.”
Valeria Guzmán ya había empezado este trabajo de divulgación, con el proyecto “Mujeres al oído” donde reúne el trabajo de diez escritoras ecuatorianas y las lee en voz alta. Más adelante varias lectoras le pidieron llevar este proyecto a un libro. “Siempre he pensado que cada generación debe difundir a sus autores y noté que hacía falta otra antología de cuentos de escritoras ecuatorianas, una que estuviera a medio camino, esto es, que ya no tuviera a autoras de inicios del siglo XX y que tampoco tuviera solo a autoras jóvenes. Quería ver en papel una antología de narradoras ecuatorianas contemporáneas, empezando por quien yo considero el parteaguas: Gabriela Alemán y cerrando con quien considero que tiene de frente una carrera literaria en potencia: Andrea Armijos.” La diversidad no está solo en los orígenes y trayectorias de cada cuentista, sino también en considerar autoras que hace tiempo no viven en Ecuador y que relatan su visión desde una perspectiva bicultural, como Melanie Márquez-Adams. Las escritoras incluídas son Gabriela Alemán, Solange Rodríguez Pappe, Gabriela Ponce, María Auxiliadora Balladares, Daniela Alcívar, Sandra Araya, Diana Zavala, Melanie Márquez Adams, Marcela Ribadeneira y Andrea Armijos Echeverría.
El propósito es hacer visibles los textos escritos por mujeres, como escribe Valeria Guzmán en el prólogo. Los textos escritos por las autoras existen, pero a veces no están al alcance de los lectores porque ya no se encuentran reimpresiones. Por lo tanto, dar visibilidad consiste en rescatar a estas autoras y evidenciar que cada una de ellas es un universo con un estilo y temas propios. Reconozcamos entonces la singularidad de cada autora y el poder que se logra al ensamblar sus voces. Leámoslas. “Estamos cansadas no solo de ser dichas por los hombres como les ha venido en gana durante siglos, sino, y aún peor, estamos cansadas de ser mal dichas.”
Voces que cuentan: Diez narradoras ecuatorianas. Edición y selección, Valeria Guzmán Pérez. (Centro de Publicaciones PUCE, 2023)
Daniela Becerra ha publicado en Literal Magazine, Nagari, Escritoras Mexicanas, Reforma, El Financiero, Harper’s Bazaar y Elle, entre otros medios. Aunque siempre quiso estudiar Letras, es licenciada en Comunicación. Durante la pandemia publicó el libro colectivo Palabras Entrelazadas y posteriormente Calladas palabras. Hoy coedita la publicación digital Anfibias Literarias y forma parte del grupo de Escritoras peligrosas.
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